Igual es que hay que rendirse, rendirse del todo y dejar caer los brazos para que todo fluya y te traspase.
Igual es que cuando te rindes y dejas de exigir justicia (el mundo no es justo, el mundo es) , de pedir, de esperar, igual entonces sigues sin hallar, pero ya da igual porque no esperas.
Igual es que rendirse es al fin descansar y qué descanso, descansar.
Igual es que hay que dejar que el viento se haga cargo y te lleve y te traiga en oleadas.
Pensamos demasiado, proyectamos demasiado, en vez de estar aquí haciendo, estamos en lo que será y ese será ha de ser cómo esperamos y si no, desesperamos.
Desesperamos, qué palabra. Des esperar, dejar de esperar.
Igual es eso, hay que dejar de esperar y simplemente hacer, por el gusto de hacer, sin más. Qué difícil no esperar.
Parece que todo vale, que más da lo que escriba, que más da si no lo hago. Y sin embargo lo hago, escribo, escribo porque bien o mal es lo que sé hacer.
Igual he de escribir de otras cosas, “he de” ….
Igual “he de” menos y hacer o no hacer más.
Igual es tan fácil como dejar caer los brazos y vivir en el ahora del todo y dejar el después irreal, ¿ y quién puede hacer eso? .
Igual es más fácil de lo que supongo, igual es cuestión de cansancio y ya está .
Que me da igual es SEO, que ya da igual, que ni escribir puede una sin tener en cuenta las normas, las pautas y todas las historias adicionales ….
Raquel Tasa
Febrero 2017